martes, 25 de marzo de 2008



DERROTA

Derrota, mi derrota, mi soledad y
mi aislamiento:

Para mi eres mas valiosa que mil triunfos,
Y más dulce para mi corazón que toda
La gloria mundanal.

Derrota, mi derrota, mi conocimiento
De mi mismo y mi desafío,
Tú me has enseñado que soy joven aún y de
Pies ligeros

Y a no dejarme engañar por laureles vanos.
Y en ti he encontrado la dicha de estar solo
Y la alegría de ser alejado y despreciado.

Derrota, mi derrota mi fulgurante espada
Y mi escudo:

En tus ojos he leído
Que ser entronizado es ser esclavizado,
Y que ser comprendido es ser derribado
Y que ser apresado es llegar a la propia madurez
Y como un fruto maduro, caer y ser objeto de consumo.

Derrota, mi derrota, mi audaz compañera:
Oirás mis cantos, mis gritos y silencios
Y nadie mas que tu me hablara del batir de las alas
De la impetuosidad de los mares.

Y de las montañas que arden en la noche,
Y solo tu escalaras mi inclinada y rocosa alma.

Derrota, mi derrota, mi valor indómito inmortal
Tu y yo reiremos junto con la tormenta,
Y juntos cavaremos tumbas para todo lo que muere
En nosotros,

Y hemos de erguirnos al sol, como una sola voluntad
Y seremos peligrosos.


KHALIL GIBRAN


sábado, 9 de febrero de 2008

ASÍ... ASÍ...



Con las puertas abiertas al sueño,

con los sueños abiertos de par en par,

con la fe que recobra el aliento

y vuelve a la batalla.

Con las voces venciendo al silencio,

con un himno que de ganas de cantar,

con el coro que se alza sin miedo

y nunca más se calla.

Así... así... sería más lindo mi país.

Con la torta en reparto sin verso,

con las justas porciones a cada cual,

con el premio aquí, no en el cielo,

sin huecos en la panza.

Con canciones que canten lo nuestro,

no en la lengua prestada del Tío Sam,

nuestra autentica voz, nuestro acento

y nuestras esperanzas.

Así... así... sería más lindo mi país.

Sin apuestas al Dios financiero, sin el sordo egoísmo brutal,

sin la juventud de duelo, sin la moda de aflojar.

Con los niños creciendo sin freno, su mirada aleteando en libertad,

con maestros que cuiden su vuelo y tengan recompensa.

Con escuela y trabajo a pleno, para chicos y chicas que no se van,

con el ojo alerta y los dedos desenredando trenzas.

Así... así... sería más lindo mi país.

Sin entregas por treinta dineros, sin remates de nuestro caudal,

sin banderas por el suelo, sin la villa marginal.

Con la mano tendida al abuelo que ha ganado el descanso con su jornal,

que no sea tan triste ser viejo y tan pobre su morada.

Con gobiernos que sean gobiernos,

con promesas cumplidas de pe a pa,

con la masa que vuelve a ser pueblo

y decide su manana.

Así... así... sería más lindo mi país.



Ignacio Copani